El cerebro humano está organizado en forma de una compleja red que da sustento a nuestras funciones cognitivas.
Las funciones cognitivas son las que nos permiten comprender el mundo que nos rodea e interactuar en el mismo. Incluyen la memoria, la atención, las funciones ejecutivas y las habilidades visoespaciales, entre otras.
En general, la mayoría de las personas que padecen epilepsia no suelen ver afectadas sus funciones cognitivas, de manera que le dificulten sus actividades diarias.
Las funciones cognitivas pueden verse afectadas no solo por las crisis en sí mismas, sino también por la causa, proceso o enfermedad que da origen a la epilepsia, así como por el tratamiento instituido. En algunas personas en las que sus crisis epilépticas se originan en determinadas áreas del cerebro, como por ejemplo, el lóbulo temporal, pueden llegar a experimentar problemas en la memoria y en las emociones.