La finalidad del tratamiento es conseguir la mejor calidad de vida posible. Para lograrlo es fundamental controlar las crisis con fármacos anti epilépticos sin efectos adversos junto con un estilo de vida sano que evite los factores desencadenantes de crisis.
Pero a veces no es suficiente controlar las crisis ya que una información inadecuada sobre la enfermedad, la incomprensión social o la ansiedad que genera el diagnostico pueden afectar a la calidad de visa a pesar de la supresión de las crisis.
Por otro lado a pesar de todos los tratamientos disponibles incluida la cirugía, más del 20 % de los pacientes presentan una epilepsia de difícil control en la cual no es posible controlar las crisis lo cual hace necesario mayor apoyo médico y social para lograr el objetivo de mejorar su calidad de vida.