La epilepsia es un trastorno donde una persona sufre convulsiones de manera repetida durante un tiempo. Éstas pueden venir dadas por luces parpadeantes de cualquier lugar, hasta de los videojuegos ya que pueden tener animaciones o ciertos patrones de luz que pueden provocar crisis epilépticas.
Toda esta relación entre videojuegos y epilepsia comenzó a estudiarse cuando en 1977 en Japón más de 800 niños fueron al hospital en la misma noche y todos tenían en común que habían visto un capitulo de Pokémon.
Aunque hay un detalle importante para tener en cuenta, estas luces pueden desencadenar una crisis, pero no volver a una persona o a un niño epiléptico.
Estas crisis se conocen como crisis fotosensibles ya que son causadas por un espasmo luminoso. Asimismo, éstas no ocurren solo con los videojuegos si no también con las luces de las discotecas, con la televisión o los cambios de luces de los coches cuando se conduce por la noche.
Consejos
- Se debe mantener una distancia de 2 metros con las pantallas de la televisión y, cuanto más grandes sean éstas, mayor debe ser la distancia.
- Ver la tele en habitaciones luminosas y con poco brillo en las pantallas. No debemos jugar con las pantallas con las luces del cuarto apagadas.
- Controlar el tiempo de juego con las pantallas que trasmiten luces parpadeantes.
- Parar inmediatamente si presentamos mareos, ataques, pérdida de consciencia, vista alterada, espasmos, etc.
Aún así, se puede jugar a videojuegos con una cierta moderación, es decir, sin abusar de ello. Lo recomendable es hacer descansos de pantalla cada 15 minutos por una hora de juego, si esto no se realiza el tiempo dedicado al videojuego no debe ser superior a una hora ya que después de ese tiempo sin parar, el cerebro ya no es capaz de absorber información.