Los barbitúricos son un grupo de productos químicos derivados del ácido barbitúrico. Su uso y abuso ha disminuido considerablemente en años recientes debido al aumento en seguridad y eficacia de nuevos medicamentos. Los problemas de abuso de los barbitúricos se asemejan a los de las benzodiacepinas en muchas formas.
Hoy se han sintetizado más de 20 tipos distintos de barbitúricos. Son fármacos indicados para el insomnio, algunas formas de epilepsia y ciertos cuadros convulsivos. Es un medicamento controlado, por lo que se requiere receta médica para su venta. Es una droga legal con efectos adictivos a largo plazo. Su consumo produce tolerancia y al suspenderlo presenta el síndrome de supresión o abstinencia.
Últimamente ha disminuido su uso clínico debido a la aparición de las benzodiacepinas, que han desplazado su uso por tener menos efectos secundarios, aunque continúan siendo utilizados como anti epilépticos y anestésicos generales.
Su uso es por vía oral y producen efectos que van desde la sedación hasta la amnesia anterógrada (olvido de situaciones a partir de su consumo). Todos los barbitúricos son depresores del sistema nervioso central, y existen distintas variedades: de duración corta (pentobarbital), media y larga (fenobarbital).
A dosis bajas producen sensación de tranquilidad y ayudan a conciliar el sueño. En cantidades mayores disminuyen los reflejos y provocan disminución en la frecuencia respiratoria que puede llevar hasta el coma y la muerte. Con el uso prolongado aparecen alteraciones que van desde la anemia, hepatitis, depresión, falta de coordinación motora y dificultad para el habla.
Peligros para la salud:
Es sedante, y disminuye todas las funciones mentales de forma gradual y dependiente de la dosis. Crea tolerancia y dependencia física. A niveles tóxicos esta dependencia es intensa. Son hipnóticos, inducen el sueño. Sus efectos se manifiestan de 15 a 30 minutos después de la administración por vía oral.
La acción depresora depende de la dosis, el barbitúrico y la vía de administración, y su acción puede variar de sedación leve a anestésico general. Su consumo a largo plazo se asocia con dependencia, además de disminuir algunas fases del sueño (MOR). No son considerados como drogas de abuso, ni drogas de diversión, pero se han registrado casos en los que el efecto sedante unido al efecto depresor a nivel central han provocado tragedias en los consumidores que buscan evadir la realidad. Su efecto se ve potenciado cuando se asocia al consumo de alcohol.
Efectos adversos:
El síndrome de abstinencia, tras la interrupción después del tratamiento prolongado se caracteriza por insomnio, sudoración, inquietud, hipersensibilidad a la luz y al ruido, mareo, náusea, contracturas musculares, crisis convulsivas, dolor abdominal, dolor de cabeza y apatía.
Otros síntomas
Incluyen pereza, falta de coordinación, dificultad para coordinar ideas, lentitud al hablar, deterioro en el juicio, somnolencia y marcha atáxica (caminar vacilante). La intoxicación aguda da lugar a un efecto parecido al estado de ebriedad, además de potenciar la euforia y la excitación que produce el alcohol. En estas situaciones es casi imposible diferenciar el cuadro clínico entre ambas intoxicaciones. A dosis mayores produce coma, depresión respiratoria, y finalmente la muerte.
La intoxicación crónica produce síntomas como mala memoria, pérdida de la memoria, irritabilidad, cambios en el estado de alerta y disminución del desempeño interpersonal.
La mayoría de los usuarios con intoxicaciones combinan barbitúricos con alcohol, opiáceos, y/o benzodiacepinas. Estas combinaciones son la receta ideal para llegar al coma y/o la muerte, y generalmente se ve en adictos o usuarios nuevos, que desconocen el peligro de tales asociaciones.
No existe ningún antídoto directo contra los barbitúricos, de tal forma que su tratamiento es difícil, principalmente procurando evitar mayor deterioro respiratorio, hasta que la droga sea eliminada del organismo (de 5 a 30 días, dependiendo del medicamento). Aún así, la tasa de muerte por sobredosis de barbitúricos continúa siendo de más o menos el 10%, y puede llegar a ser más alta si no se administra apoyo respiratorio adecuado. Más de la mitad de las muertes por sobredosis de barbitúricos son el resultado de la combinación de drogas.