Permite descartar enfermedades cardíacas. Los episodios repetidos de pérdida de conciencia no siempre son crisis epilépticas. De hecho son mucho más frecuentes las pérdidas de conocimiento de causa cardiovascular, ya sea puramente cardiaca o simplemente por hipotensión.
Utilidad del EEG
Diagnostico de epilepsia en un paciente que ha sufrido la primera crisis epiléptica.
Caracterizar el tipo de síndrome epiléptico.
Localización del foco epiléptico.
Limitaciones diagnosticas del EEG
EEG entre crisis puede ser normal, por lo cual no es necesario un EEG patológico para diagnosticar epilepsia. La rentabilidad (posibilidad de ver anomalías epileptiformes) es variable según el tipo de epilepsia, del momento de realizarse, de la medicación y de otros factores.
El 5% aproximadamente de la población puede tener un EEG anormal sin padecer ningún tipo de epilepsia, por lo cual por si solo un EEG anómalo no constituye un diagnóstico de epilepsia. Para diagnosticar epilepsia es necesario que esa persona haya tenido crisis epilépticas.
Tipos de EEG
EEG estándar
La mayoría de los EEG se realizan en condiciones basales, es decir sin ninguna preparación especial y mediante un registro corto de unos 25 a 30 minutos. Son EEG intercríticos, es decir registran la actividad entre crisis. Habitualmente, durante un EEG se realizan varias maniobras de activación, que aumentan la posibilidad de aparición de anomalías epileptiformes y consisten en la hiperventilación y la estimulación lumínica intermitente.
EEG en circunstancias especiales
En ocasiones puede ser útil realizar EEG en circunstancias especiales, que incluyen privación de sueño (total o parcial), o sueño (ya sea nocturno o siesta). La finalidad de estos registros especiales es disponer de estudios más prolongados y en circunstancias especiales que pueden aumentar la posibilidad de aparición de anomalías epileptiformes. Los EEG durante el sueño también son útiles para distinguir determinados trastornos del sueño que puede asemejarse a crisis epilépticas.
Vídeo-EEG
Es el registro simultáneo de actividad cerebral mediante EEG conjuntamente con la de fenómenos clínicos mediante vídeo. La duración del registro puede ser variable, desde minutos a varios días. El objetivo es documentar el comportamiento del paciente durante una crisis y correlacionarlo con los hallazgos en el EEG. Es muy importante para diferenciar crisis epilépticas de otros fenómenos paroxísticos, como pueden ser síncopes, narcolepsia o crisis psicógenas no epilépticas.
Los registros de vídeo-EEG prolongados durante días son casi exclusivamente utilizados en el estudio prequirúrgico de la epilepsia. La finalidad de esta monitorización a largo plazo es registrar varias crisis epilépticas de las que habitualmente sufre un paciente para confirmar que son crisis epilépticas y localizar la zona del cerebro donde se originan.