Existen muchos tipos de reacciones a la epilepsia, y no todas se pueden identificar de la msima forma.
El cerebro de cada persona es diferente, y por lo tanto la epilepsia afecta de distinta forma a cada persona.
En publicaciones anteriores ya hablamos sobre los tipos de crisis epilépticas, pero hoy vamos a profundizar sobre las crisis más difíciles de identificar: las crisis no convulsivas.
Qué son las crisis no convulsivas
Una convulsión es un cambio físico o en el comportamiento que ocurren después de un episodio de actividad eléctrica anormal en el cerebro.
Las crisis no convulsivas son las crisis epilépticas que no están caracterizadas por esta respuesta física o mental involuntaria, lo que generalmente conocemos como “ataques”.
Durante estas convulsiones una persona suele tener temblores incontrolables, a menudo muy rápidos, en los que los músculos se contraen y relajan de manera repetitiva.
Síntomas de las convulsiones
- Desmayo breve seguido de un periodo de confusión
- Cambios en el comportamiento
- Babeo o espuma por la boca
- Movimientos en los ojos
- Gruñir y resoplar
- Pérdida de control de esfínteres
- Cambio en el estado de ánimo
- Estremecimiento en el cuerpo
- Caída repentina
- Cambios en el sabor
- Rechinamiento de dientes
- Cambios repentinos en la respiración
- Espasmos musculares
Crisis epilépticas sin ataques
Hay muchas crisis epilépticas que no son tan fáciles de identificar para las personas no-epilépticas.
Seguro que te has encontrado varias ocasiones en las que no sabías que esa persona le estaba dando una crisis epiléptica. Por eso ahora vamos a ver distintos tipos de crisis epilépticas sin síntomas físicos, para que siempre puedas detectar y ayudar a esa persona epiléptica a tiempo.
Estas crisis pueden ser generalizadas (si afectan a todo el cuerpo) o focales (si afectan sólo a una región o parte del cuerpo):
- Crisis de ausencia: Se produce una pérdida con el entorno, de tal manera que la persona permanece inmóvil, absorta y con la mirada fija. A veces se pueden asociar a algún tipo de movimiento ocular y de otras partes del cuerpo. Suelen durar pocos segundos y ser de recuperación rápida.
- Crisis sensitivas: Se produce una alteración en la sensibilidad en forma de hormigueo, sensación de calor o frío, olores intensos, alteraciones visuales o dolor de una parte del cuerpo.
- Crisis autonómicas: Se manifiestan en forma de cambios de temperatura, sudoración, salivación excesiva o piloerección (“piel de gallina”).
- Crisis cognitivas: La persona tiene dificultad para expresarse o comprender, con vivencia de recuerdos, sensación de deja-vu o pensamiento impuesto o repetitivo.
- Crisis emocionales: La persona manifiesta emociones intensas y sin relación a la situación que se está viviendo, por ejemplo, miedo muy intenso en una situación agradable. Esto puede suceder con distintas emociones y estados de ánimo ya que la actividad eléctrica anómala suele ir recorriendo diferentes áreas cerebrales y activando las distintas reacciones.
Esperamos que os haya sido útil este post sobre las distintas crisis epilépticas que nos cuesta más identificar. Si tenéis algún familiar o ser querido en esa situación y no sabéis cómo puedes ayudar, contacta con nosotros.