La Epilepsia Rolándica, también conocida como Epilepsia con Paroxismos Rolándicos (E.P.R.) es un tipo de epilepsia específica de la infancia.
Se trata de la epilepsia infantil más común y representa entre el 8-25% de las epilepsias infantiles. Se estima que su incidencia es, aproximadamente, de 1/5.000 en niños hasta los 15 años.
¿Qué caracteriza a la Epilepsia Rolándica?
La Epilepsia Rolándica suele provocar convulsiones epilépticas que implican sacudidas, entumecimientos y en ocasiones, hormigueo en la cara o la lengua.
Estas convulsiones tienden a ocurrir durante el sueño (75% de las veces), a primera hora de la mañana o justo antes de acostarse. Se tratan de convulsiones focales, esto es, que solo afectan a una parte del cerebro cada vez, pero en ocasiones, pueden ir cambiando de un lado a otro.
La duración de estas convulsiones suele ser de minutos (normalmente menos de dos minutos) y aunque sean focales pueden llevar a una convulsión de carácter tónico-clónica, cuando las convulsiones se extienden al cuerpo entero, con movimientos contundentes.
¿Cuál es la causa de la Epilepsia Rolándica?
Se desconoce la causa de la E.P.R.
No es seguro, pero como sucede con otras epilepsias, probablemente exista una predisposición genética, dado que se ha descrito un incremento en la tasa de esta condición y otros síntomas entre familiares. Cabe resaltar que la causa parece estar relacionada con la fase vulnerable de maduración cerebral.
Diagnóstico de la Epilepsia Rolándica
La Epilepsia Rolándica la diagnostican neurólogos pediátricos. El diagnóstico se basa en los rasgos clínicos y en los resultados del EEG (electroencefalograma), que muestran puntas centrotemporales bifásicas, lentas, de alto voltaje, activadas por el sueño.
La resonancia magnética cerebral (RM), que también entra dentro de las pruebas de diagnóstico, es normal.
Tratamiento de la Epilepsia Rolándica
La mayoría de los niños, que experimenta una o pocas crisis, no necesitan tratamiento. No obstante, los pacientes con crisis frecuentes (10-20%) pueden requerir tratamiento por un tiempo limitado. En estos casos, a veces se suelen recetar tratamientos farmacológicos (medicamentos anticonvulsivos), como la carbamazepina o valproato.
Un tercio de las crisis persisten a pesar de realizar bien el tratamiento. En la gran mayoría de los casos son poco frecuentes y bien toleradas.
En el menor de los casos pueden ser más numerosas, ocasionando ansiedad paterna y alteraciones en el comportamiento en el niño.
¿Qué puedo hacer si mi hijo tiene Epilepsia Rolándica?
Lo más importante es supervisar la actividad convulsiva y el comportamiento del niño, acompañándolo en todo momento a lo largo del proceso con su enfermedad.
Asegúrate de administrar la dosis exacta de medicamentos (si los toma) y trata de evitar en la medida de lo posible, los desencadenantes de las convulsiones.
Algunos niños con Epilepsia Rolándica tienen problemas de conducta o aprendizaje durante los años en los que presentan convulsiones. Estos problemas suelen desaparecer cuando también lo hacen las convulsiones, pero es importante contactar con un especialista para tratar de acompañar al pequeño en este proceso emocional tan complicado.
Por último, lo más importante es que atiendas tu hijo manteniendo su seguridad y la de las personas presentes durante los ataques, mientras duren las convulsiones. No es necesario que hagas nada especial, pero es importante que todas las personas responsables del niño sepan cómo actuar (parientes, cuidadores, profesores, entrenadores, etc.) debido al peligro de las convulsiones tónico-clónicas.
¿Cuánto dura la Epilepsia Rolándica?
El pronóstico de la enfermedad es favorable ya que casi el 90% de los pacientes remite antes de la pubertad.
En casos excepcionales (<1%), la enfermedad puede evolucionar a una ER atípica con trastornos lingüísticos, neuropsicológicos y de la conducta.
Cuanto antes se trate la E.P.R., la curación será más precoz. Si se trata de manera tardía, este trastorno puede durar hasta la pubertad o la adolescencia si no se trata a tiempo.
La E.P.R. es seguramente el tipo de epilepsia más frecuente y más fácil de identificar del conjunto de las Epilepsias Benignas de la Segunda Infancia.
Si tienes cualquier duda sobre esta u otro tipo de epilepsias, no dudes en contactar con nosotros.