EPILEPSIA Y EDUCACIÓN

Rendimiento escolar de niños con epilepsia

Para hablar del rendimiento en el/la alumno/a con epilepsia podemos basarnos según estudios en que el 75 % de los niños con epilepsia va a alcanzar un nivel de logro normal y el resto va a tener dificultades de adaptación y un bajo rendimiento.

El rendimiento escolar de la personas con epilepsia va a depender, de manera fundamental, de variados factores, entre los cuales se encuentran:

  • La capacidad intelectual (mejores resultados cuanto mejor es la capacidad intelectual)
  • Las crisis muy frecuentes también puede influir negativamente (aunque no hay estudios concluyentes)
  • Factores psicológicos inherentes a su personalidad (al igual que cualquier discente)
  • La medicación, ya que algunos fármacos antiepilépticos ocasionan falta de concentración, menor fluidez de pensamiento, fatiga, menor atención y memoria.
  • Factores sociales con relación a cómo se vive la enfermedad en el medio familiar y escolar.
  • La actitud de los padres es otro factor influyente. La excesiva ansiedad hace que los niños sean especialmente vulnerables, bajen su autoestima, disminuyan la confianza en sí mismos y generen una excesiva dependencia familiar. Lo que va a originar rendimientos escolares inferiores a las posibilidades reales.

Estos problemas dan lugar a que la población con epilepsia tenga una significativa mayor repetición de cursos, peor rendimiento escolar y mayor necesidad de apoyo educativo.

Por otro lado, estudios en pacientes con epilepsia han demostrado que tienen la mitad de la actividad física que las personas sanas. El porcentaje
de actividad física es bonísimo, muchas veces avalado por temores injustificados de las familias respecto a la actividad física en niños con epilepsia y su asociación con la precipitación de las crisis.

Este aspecto también influye en la calidad de vida de estos niños y jóvenes, ya que esto les lleva también a tener pocas actividades sociales, escasa
ocupación del tiempo libre y pobre participación en grupos organizados por la comunidad.

Para mejorar la calidad de vida de estos niños, algunos puntos claves que pueden ayudar son:

  • Fomento de la actividad física.
  • Integración a grupos organizados y a actividades extracurriculares que la comunidad (a través de asociaciones como ÁPICE) y la escuela le ofrecen.
  • Intervención psicológica que apoye a los padres en una mejor relación con sus hijos.